viernes, 21 de enero de 2011
Como unas vacaciones.
Como unas vacaciones.
Qué sientes cuando dejas el trabajo, el último día
antes de las vacaciones?
Qué sientes cuando has acabado el curso,
las notas en las manos, todo en orden,
punto y aparte,
fin
del capítulo?
Cada meditación en la mente sutil
(en la absorción de la cesación)
es un punto y aparte.
Como unas vacaciones de samsara.
Fin del capítulo.
Principio.
Permiso
para no hacer nada
(ningún lugar a donde ir, nada que resolver
ni pensar).
Permiso para el descanso.
Permiso
para
ser
-algo más que un saco de mentes burdas.
Para empezar a conocer al desconocido
que soy.
A la desconocida
que es
esa mente
de luz.
¿Te parece difícil? ¿No tienes tiempo
en tu vida tan "llena"?
Sólo requiere un instante:
entre línea y línea, mientras lees un libro;
cuando cortas las verduras
para la comida -ese instante de conciencia
despierta;
mientras tiendes la ropa -apenas un instante
de conciencia despierta
que contempla el sueño.
Despierta.
Tómate un instante de vacaciones
todas las veces que puedas
a lo largo del día
y de la noche.
¿Te resulta difícil?
Eso es porque aún no has practicado
lo suficiente.
Sigue
tomándote tus vacaciones
en la cola de la caja del súper,
en la parada del autobús,
mientras tomas el café
o esperas a la criatura a la puerta de la escuela,
de camino al trabajo,
en el trabajo -ese instante de
"desconexión"
o conexión.
No es que sea tan difícil,
es que aún no lo has probado
lo suficiente.
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Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¿Y cuál es el antídoto para el empacho en la absorción de la cesación?
ResponderEliminarPues debo ser un poco lenta, PazzaP, pero no te pillo.
ResponderEliminarEl empacho de qué?...
Buenas tardes Marié,
ResponderEliminarTengo una cuestión que no se como llevarlo, y aunque no viene al tema de lo que has escrito esta ultima vez, necesito tu ayuda.
El sabado fui a una conferencia de igualdad animal, no se si los conoces, en la conferencia hablaron de todo lo que hacen para que tantos de muchos animales que hay en la tierra, los utilizan para experimentos con medicamentos, por ejemplo probar pasta de dientes y les hacen tragar todo el tubo para ver que pasa, o a las perras les rompen las piernas de atrás para alargarles los huesos..bueno si te cuento mas te voy a dejar como estoy yo, lo peor fueron las imágenes, los chillidos de los pobres animales, llore y soy vegetariana porque se lo que sufren los animales para que los humanos puedan comer carne, hasta he decidido no comer absolutamente nada de origen animal, como dicen eres vegan@. Pero todo y que se que lo primero que tengo que hacer es poner mi semilla en ello, no entiendo porque tengo una sensación de encogimiento en el corazón.
Muchas gracias,
Ahora mismo salgo a mi clase en el Poble Sec, yuki, te escribo luego con calma.
ResponderEliminarEstá bien (está muy bien) que tengas el corazón encogido.
Como dice Rabjor, "deja que se te rompa el corazón",
hasta que no puedas soportarlo más
de forma que ya sea urgente hacer algo para cambiar de verdad.
Deja que se te rompa el corazón de compasión.
Hasta luego.
Y muchísimas gracias por compartir.
Ya sabes, yuki, que hay dos tipos de problemas: los externos y los internos.
ResponderEliminarPara resolver el problema externo, haz lo que tengas que hacer, quizás ser una militante activa en la defensa de los derechos de los animales, tú verás.
Cuál es el problema interno? Una sensación de encogimiento en el corazón? Eso no es nada (en la gama de niveles del sufrimiento) en comparación con la piernas rotas, vivir hacinados hasta la exfisia, etc. etc.
Olvídate de ti, quítate de en medio. Como te decía antes, el deseo de ayudar, de liberar del sufrimiento a los demás, es lo que cuenta.
Ahora parece que no puedes y eso produce una cierta sensación de impotencia. Pero, de nuevo, olvídate de tu propio malestar.
Sigue concentrada en el deseo de ayudar. Y antes o después pasará algo.
Y, como dice Gueshe-la, te sorprenderás.
No tengas miedo a que se te rompa el corazón
-en realidad, sólo se rompe la armadura con la que crees protegerle;
en realidad, sólo se rompe la estimación propia que no quiere sufrir,
la que queremos destruir.
Así que si se rompe, que se rompa.
Mejor.