sábado, 1 de febrero de 2025

La abundancia de la contemplación.

 



El sol suave anuncia que se acerca la primavera,
como cuando el cielo encendido anuncia que se aproxima el sol al horizonte,
desde las entrañas del mar.
Una gaviota canta al vuelo, con sus grandes alas desplegadas.
A veces parece que la primavera se acerca pero nunca ha dejado de estar aquí,
en cada instante cálido, en cada metro cuadrado iluminado.
La primavera, como el otoño, el invierno o el verano,
son una experiencia, no una estación.
Hoy llevará al ágape un vino biodinámico que propone ser descorchado en luna nueva
o el primer cuarto creciente.
A jugar.
Este vino se siente parte del cosmos, interdependiente
y sensible a las energías en movimiento del cosmos.
Y ella también.
Así que juega el juego.
Parece que las golondrinas no abandonaron su barrio este año
y aquí estarán cuando llegue la primavera.
Una de ellas, solitaria, la visita en su contemplación en el terrado
y le brinda su canto en la quietud;
otra se suma con un canto diferente al vuelo
y luego pasa de largo.
La luna también parece que regresa,
encontrará la primera línea de luna en su paseo por la montaña. Mañana más.
La ilusión de movimiento.
Esta vida tan llena.
La abundancia de la contemplación.