viernes, 1 de mayo de 2020

Buen día, tristeza.









Lo mejor de estos días de confinamiento suelen ser las tardes.
Una vez recogida la cocina del mediodía ya no hay nada más que hacer excepto la contemplación del viaje del sol hacia su lecho violeta.
La luz de este fascinante planeta en transformación, tan explícita.

Alguien dijo que a menudo se nos olvida que estamos en este oasis maravilloso
en medio de un desierto cósmico.
Cuántas posibilidades había de que apareciéramos aquí?
Pues aquí estamos.

Es un relato como otro cualquiera.






Así que lo mejor del día es el atardecer.
Y el punto culminante quizás (o uno de ellos)
la meditación tandava,
el cuerpo en movimiento,
la danza al ritmo de melodías,
cada día cambiantes
(Bab'Aziz, Armand Amar y Levon Minassian,
Leonard Cohen,
Mayte Martín
o la bachata de Víctor Víctor y la Vellonera).

La danza como una ofrenda al sol que se va,
con su despliegue de colores,
las luces de la montaña que se encienden, el cielo que se apaga,
Venus y la luna creciente tomando posesión de su reino celeste
y terrestre.
Ese ritual que descubrió en las cimas de las dunas del desierto de Merzouga.
Una ofrenda como una explosión.

Así suele ser.





Esta vez, sin embargo, el cuerpo en movimiento era un contenedor de tristeza.
Quién siente esta tristeza? Quién la experimenta?
Sintió que era una experiencia de la Conciencia, del Yo grande,
como otra cualquiera.
Como la explosión de amor y entrega.

En el sueño de la noche, la tristeza desapareció
y todos los relatos que la sustentaban.
Pero al abrir los ojos quiso hacer memoria
(dónde estoy, de qué iba esto?)
y la recuperó.
Esa vieja costumbre.

Hoy era el día de la semana que tocaba esa conexión con el grupo, la videoconferencia.
Le vendría bien entretenerse con la relación social, pensó,
ese calor del afecto.
Y sin embargo, la dejó a un lado.
No quiero que nada me distraiga de este dolor, pensó.
Si está aquí, quiero estar con él
y comprenderlo mejor,
mientras está,
hasta que se vaya.
Esa oportunidad para buscar al "yo" que sufre.

Hoy toca investigación e introspección en soledad,
la soledad aún más profunda,
en este largo confinamiento
en soledad.







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