sábado, 21 de junio de 2014

Yo sólo creo en lo que veo.




El chico dijo:
Yo sólo creo en lo que veo.
Lo que toco.
Esta pared es sólida, y este cuerpo (se agarraba el brazo). Esto es real.
Lo demás son fantasías de la mente.
M. le respondió: Cuando sueñas también ves cosas
y cuando te despiertas no están ahí, no son "reales".
Este argumento no sirve.


Imagínate que sueñas que estás de excursión por la montaña. La ves, y la persona que está a tu lado (en el sueño) también la ve.
Hueles el aroma del tomillo y el romero. El aire fresco acaricia tu piel. Degustas las hojas de menta que encuentras en el camino. Escuchas el sonido del aire en las hojas de los árboles, el canto de los pájaros, tus pisadas sobre la tierra. En el camino de piedras, pierdes el equilibrio y caes, una rodilla sangra y la mano también. Ves la sangre y sientes el dolor.
Todo es real. Lo ves, lo tocas, lo hueles, lo saboreas, lo sientes en la piel. Y si te caes, duele.
Y la persona que está a tu lado coincide contigo en que es real.
Pero te despiertas y la montaña no está en tu habitación.
Ni la persona que hace un momento estaba a tu lado y convenía contigo en que todo era "real".

"Creo lo que veo" es un argumento que no sirve.
(Y "todo el mundo lo ve", tampoco)

1. Hay cosas que ves y no están "ahí".





Imagina que estás en una habitación, aquí mismo, con tu gato y una mosca que da vueltas por el aire.
La misma habitación no es el mismo mundo para ti y el gato y la mosca.
Lo que tú ves (hueles, degustas, valoras) no es lo que ven el gato y la mosca.
La caca de vaca (o de perro) que tú ves en la calle para la mosca es una delicia para degustar.
El chico le rió la gracia y era una forma de asentir.
Dicen que los delfines escuchan sonidos que tú y yo no escuchamos.
Se supone que existen, porque los escuchan. Pero ni tú ni yo los percibimos.

2. Hay cosas que no percibimos y están "ahí".




Por otra parte, tú mismo decías hace unos momentos que el ser humano es básicamente agua (en un 65%, decías), pero tú no ves agua, ves algo sólido.
Y ahora aparece la física cuántica y nos dice que tu cuerpo (y los animales y los objetos y el agua y el fuego y el aire incluso) son quarks en movimiento en el espacio.
Así que miras tu cuerpo y ves algo sólido, cuando se supone que deberías ver espacio.

3. Vemos lo que la fisiología y anatomía de nuestros ojos y las redes neuronales de nuestro cerebro y la experiencia previa de nuestra conciencia nos permiten ver.





En definitiva, yo percibo lo que la anatomía y fisiología de este organismo me permite percibir y lo que las experiencias de mi mente me permiten interpretar/percibir.
Te vas a la salida de un cine y preguntas a las personas que han visto la película y es probable que te cuenten películas diferentes (aunque hayan visto la misma) y, sobre todo, experiencias personales diferentes.
En realidad, cada persona ha estado proyectando su propia película.

Personalmente, cuando veo lo que veo (lo que aparece ante mí), considero que es una proyección de mi mente, una experiencia kármica.





Pero esto no es una mera teoría intelectual o filosófica sino que tiene consecuencias
en tu vida, en tus relaciones con las personas
y con el mundo en el que vives.

Por ejemplo, si te enfadas, porque la persona que tienes delante ha dicho o hecho algo que te molesta,
si eres de las personas que creen que el vaso está ahí porque lo ves y tu cuerpo es sólido porque lo tocas,
es posible que pienses que esa persona es idiota o mala persona, porque así es como lo ves.
Si eres de las personas que piensan que hay cosas que no ves, que no comprendes (de esa persona) y cosas que ves que son una mera interpretación de tu mente, la película que te cuentas, es posible que no te hagas un juicio cerrado de la otra persona.





Y la vida se aligera.
Sin juicios. Sin prejuicios.
Sin dolor (porque no hay nadie ahí fuera que nos hiera).
Sin necesidad de perdón.
Porque todo lo que veo
es una mera
proyección
kármica
de mi mente.





2 comentarios:

  1. Super, me encanto asi pienso yo tambien se le llama panorama cosmologico, y es el mundo visto desde la perspectiva de cada uno.
    Me encanta esta teoria.

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  2. ¿QUIERES VER A DIOS?
    ¡LEE ESTO!
    Las tres cosas que te alejan y
    Las tres que te acercan a Dios
    - El exceso de alcohol te aleja de Dios
    - El exceso de drogas te aleja de Dios
    - El exceso de sexo sin amor también te aleja de Dios
    Las tres que te acercan a Dios
    - Ama a tu prójimo como a tí mismo
    - Aprende a perdonar y
    - A ser humilde
    Eternamente
    Joaquín Gorreta Martínez 62 años

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