viernes, 7 de junio de 2013

Por dónde empezar...










Una lectora del blog me escribe para explicarme que está entrando en contacto con el budismo y no sabe muy bien por dónde empezar a explorar. Lo que tiene claro es que quiere desarrollar la paz interior y soltar apegos. Cómo empecé a incursionar yo en el budismo, me pregunta, tal vez mi testimonio pueda serle de gran ayuda.

Aunque mi experiencia personal no es relevante en absoluto, sí puede ser un botón de muestra,
una ilustración más. Así que le explico...


Querida amiga:

Yo entré en contacto con el budismo a través de las artes marciales. En la práctica, me di cuenta de que la concentración, la atención plena, desaparecer (el "yo", todas las concepciones mentales) y fundirse con lo que "sucede", me ayudaba a mejorar mi técnica y a disfrutar más, en el dojo y en la vida. Sin darme cuenta me había metido en el zen. (Además, con mi maestro, solíamos meditar un poquito antes de empezar la clase y al acabar).

El zen es un tipo de budismo adaptado a la cultura en Japón.











Luego descubrí el budismo tibetano
(el budismo adaptado a la cultura en el Tíbet),
las instrucciones del lamrim (el sutra), que enseguida reconocí como una "ciencia de comprensión de la mente" muy especial. Y el tantra, que es su faceta más mística:
la conexión con el buda que ya llevas dentro, dejarle respirar; quitarte de en medio y dejar que funcione el ser perfecto que ya eres.










Se dice que Buda impartió 84.000 ensañanzas y a veces pueden parecer diferentes y hasta contradictorias, pero yo veo todo esto como la medicina
(las diferentes instrucciones o formas de budismo)
 que tiene que responder a la "enfermedad", al momento y estado concreto de cada persona.
Así que tú puedes abrirte a lo que más te "resuene", lo que más comprendes, lo que te resulta más útil y práctico para usar e integrar en tu vida, en este momento dado.



Un abrazo y seguimos en contacto.


















7 comentarios:

  1. Hola Marié!

    ¿Usas habitualmente el cuenco tibetano? ¿Qué experiencia tienes con ellos?

    Un beso!

    Sonia

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  2. No sé mucho de los cuencos, Sonia.
    Sé que hay gente que los usa para la inducción a la meditación, relajación y hasta sanación -lo cual es lo mismo; yo creo que el organismo, físico y mental, se reequilibra solo, si le dejamos en paz.
    Pruébalo, y si te resulta inspirador, úsalo.
    El mundo está lleno de recursos "inspiradores", por qué no usarlos, si te funcionan, los que te funcionen?

    Pero sólo son "recursos", tampoco creo que haya que "sacralizarlos" ni apegarse a ellos.
    Como la campana, los libros o la estatua de Buda.
    No hay que confundir "el dedo que señala a la luna" con la luna misma.

    Está bien usarlos como instrumentos, mientras funcionen, pero lo que importa es la experiencia misma -de liberación, de paz, de sabiduría.

    Los instrumentos son sólo eso: instrumentos. :)

    Feliz domingo, Sonia.

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  3. Totalmente de acuerdo.
    Investigare que hay detras de mi curiosidad

    Un abrazo!

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  4. Gracias por escribir la entrada, justo ahora, después de leer muchísimo sobre varias místicas y religiones, me encuentro profundamente inclinada a iniciar un camino más en forma en el budismo tibetano.

    Buen día desde México!

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  5. abrazo y suerte.
    y muchas gracias por compartir.



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  6. Hola deseo ser budista como inicio? Gracias

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    1. Una manera de verlo.
      Hay otras.

      http://reflexionesdeunaestudiantebudista.blogspot.com.es/2016/01/el-arte-de-vivir-despierto.html

      Un abrazo.

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