viernes, 9 de julio de 2010
Ésta es la meditación que necesitas para el día de hoy.
A veces parece que suena mal tanta santurronerría y tanta bondad, verdad?
A veces, suena poco moderno y hasta empalagoso, en la sociedad de la individualidad y la arrogancia donde triunfan títulos como
"Sé mala", "Las chicas buenas van al cielo y las malas a todas partes", etc.
Una buena persona puede parecer tonta y, sobre todo, poco interesante.
Los personajes auténticamente atractivos de las películas suelen ser los malos.
Y sin embargo, qué poco funciona esto, en última instancia, en la salud emocional.
Si se lleva el egoísmo, seamos egoístas, pero de una manera inteligente.
Y estimar a los demás es la forma más inteligente de ser egoísta.
Para empezar, porque estimar a los demás es el mejor antídoto preventivo de enfados, odios, celos, envidias, apegos, deseos de control, exigencias, etc. Todos esos sentimientos negativos que nos hacen sufrir y tanto hacen sufrir a los demás, especialmente a los que "queremos" -a los que queremos controlar.
Cuando estimas, respetas
y ese amor, ese respeto, te impide ponerte siempre por delante, dar prioridad a tus deseos sobre los de los demás.
Cuando estimas de verdad, no hay espacio para todos esos sentimientos malsanos que tanto dolor producen en todas direcciones.
Y en su lugar, qué queda?
Cuando no surge el enfado, el odio, los celos, la envidia, las exigencias... qué queda?
Queda la paz.
Queda espacio para la paz, la satisfacción, el bienestar.
Por otra parte, sólo cuando estimas a una persona de verdad te resulta fácil, espontáneo y natural practicar la paciencia y la generosidad. Y eso da lugar a un comportamiento de consideración hacia los demás que les beneficia, que les hace felices. Y qué ocurre cuando las personas a tu alrededor son felices? Que da gusto convivir, verdad?
Si tú estás relajada, sin la tensión de "perder" (de que se aprovechen de ti), si das sin miedo, qué ocurre?
Que las personas a tu alrededor responden de la misma manera: sin tensiones, sin desconfianza, sin miedos. Se liberan. Y dan
con generosidad.
Y, por último, la gran noticia: y es que amar hace la diferencia.
El amor es lo que marca la diferencia entre una vida mediocre y una vida de calidad.
Sin amor, la vida es aburrida, la indiferencia está presente en todos tus pensamientos, actividades, emociones.
Pero aparece el amor y surge la conexión, la alegría, las risas.
La desdramatización de las pequeñas tonterías obsesivas que van amargando la vida.
Estimar a los demás no tiene más que ventajas.
Si meditas en las ventajas del amor que estima a los demás, es posible que sientas, como Mercè (una alumna nueva, en la última clase):
Ésta es la meditación que necesitaba para el día de hoy; salgo con una sonrisa de oreja a oreja. Gracias.
Yo también, Mercè.
Ésta es la meditación que necesitaba para el día de hoy.
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Yo también, Marié.
ResponderEliminarÉsta es la meditación que necesitaba para el día de hoy. Estoy convencida de que amando intensamente es imposible la infelicidad.
Te veo bien, Emi.
ResponderEliminarCómo me alegro...
Hola Marié:
ResponderEliminarMe encanta tu blog.
Besos,
Judith.
Me gusta ese egoísmo inteligente del que hablas.
ResponderEliminarFelicidades por tu blog. Es realmente inspirador.
Saludos.
Carmen.
Gracias Judith. Disfrútalo.
ResponderEliminar-Y disfruta de la práctica, compañera.
Me alegra que te aporte algo, Carmen.
ResponderEliminarY me alegra, sobre todo, que estés tan abierta
-a la inspiración.
Un placer haberte conocido.
Verdaderamente pasar por tu blog es aprender siempre cosas interesantes de como poder vivir y ser felices, teniendo paz y tranquilidad, al menos intentándolo, aunque hay veces que, a pesar de amar intensamente, no se llega a ser felices, hay personas a las que les cuesta mucho esfuerzo toda su vida, lo bueno es que siempre lo están intentando, pero no es fácil, será ¿que no saben amar intensamente? no sé, difícil cuestión.
ResponderEliminarLa clase de meditación de hoy en mi barrio -dentro de un ratito-
ResponderEliminarva sobre "cambiarse", Uma.
Y para qué eso de "cambiarse por los demás"?
Qué ventajas tiene?
Para empezar, cuando una deja de ser una misma para -más que empatizar- ser la otra persona, ponerse en su piel, mirar desde su mirada, desear su felicidad,
cuando una se cambia por la otra persona
el yo-ego propio desaparece,
y con el yo-ego desaparecen también todos los problemas.
Si yo no estoy en mi cabeza, no están mis obsesiones personales
en mi cabeza.
Y mi sufrimiento desaparece.
Por otra parte, a veces creemos que amamos cuando en realidad estamos pidiendo que nos amen -y si no conseguimos nuestro objetivo nos fastidia, claro.
Y nos parece que las demás personas son unas desagradecidas
y que la vida es injusta.
Pero amar, en términos budistas, es un acto de libertad que viene a decir, en palabras de Chokga: yo te amo pero no quiero nada de ti, no me debes nada.
Así, una nunca se siente defraudada.
Su propia experiencia de amor es su recompensa.
Y sin embargo, la consecuencia es que a largo, medio y corto plazo, una acaba dándose cuenta de que recibe mucho más de lo que da.
Porque al final resulta que dar
resulta mucho más provechoso que pedir,
y muchísimo más que exigir.
Un beso, Uma.
Mi querida Marié, desdeEscucho atentamente te ha sido concedido el premio Dardos. Con él va todo mi cariño (inmenso) y agradecimiento.
ResponderEliminarBesitos.
Lo mismo digo, Emi.
ResponderEliminarA ver si hablamos antes de que te vayas de vacances.
Hola!!
ResponderEliminarpues la verdad es que te sigo por el blog... y pongo en prática muchas de las cosas que dices... aunque poco a poco y a mi manera, pero lo intento.
No me da tiempo de dejarte ningún comentario porque lo que hago es copiarme toooodas tus entradas en un documento de Word y luego las leo tranquílamente en casa sin los reclamos de mis amigos por tuenti y facebook.
Pero me acuerdo de ti... es más!! tengo una carpetita en mi escritorio (del ordenador) con todos las entradas de tu blog clasificadas y, cuando las necesito volver a releer para volver a reflexionar sobre algo, las releo.
Bueno.... que no me olvido de ti solo que, al no tener internet en casa pues, ¡¡ya sabes!! Ahora como estoy en Noruega otra vez viviendo y el piso si tiene conecsión, me paso los días cuando no tengo nada que hacer, conectada!
Y darte las gracias porque, sin saberlo, me has ayudado mucho en muchos momentos. Ahora trato de ver las cosas de otra forma menos material y eso me trae mucha felicidad y ligereza de alma. GRACIAS!!!!
Un besazo!!
Mara
Es un gustazo serte útil compartiendo las cosas que a mí me son útiles, Mara.
ResponderEliminarCuídate mucho.
(Y, para no dar lugar a malentendidos
-con esta insistente tendencia mía con el "cuídate mucho" y disfruta"-,
me das pie al tema de la próxima entrada:
cuida el tú que existe pero no el ego que nos fastidia tanto)