sábado, 26 de junio de 2010
Hoy toca ser buena persona.
Hoy es uno de esos días que se anuncian duros, amigo mío,
uno de esos días en los que una se despierta avisada.
Abre los ojos y lo ve:
que toca ser resistente como la caña de bambú;
flexible ante la adversidad
y resistente.
Que toca humildad.
Paciencia.
Que toca soltar cada pérdida
que haya que perder.
Que toca dar voluntariamente -de todas formas va a ser un día de pérdidas,
mejor anticiparse y soltar
voluntariamente.
Que toca encontrarse en el dolor ajeno, que es el mismo que sientes,
el dolor ajeno de hoy
o de ayer
o de mañana.
(El dolor de siempre en esta experiencia kármica).
Hoy toca regalar caricias a cada ser sufriente con el que te cruces;
caricias de pensamiento,
palabra
y obra
a todos los seres, sin excepción.
Hasta mi gato se ha despertado esta mañana con las armas abandonadas,
tranquilo, sumiso, aceptante,
y elige dormir.
Yo, sin embargo, voy a pasar por la vigilia con los ojos bien abiertos y haré lo que tenga que hacer
(hay momentos en que los seres humanos no pueden escaquearse y echarse a dormir),
avisada de que hoy es un día para la práctica.
Hoy toca ser buena
persona.
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venga Marié,¡a por todas¡
ResponderEliminaraquí estoy en el camino, te acompaño en lo mismo
un abrazo
Bien hecho.
ResponderEliminarDicen que cada vez somos más.
Gracias y un abrazo.
Marié, no hace falta que te diga que mi acompañamiento es virtual pero puede ser real en cuanto tu me silbes. Estoy para lo que necesites.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte.
Mi vida es un oleaje suave.
ResponderEliminarNo seré yo quien se queje.
Y está bien que la vida te recuerde de vez en cuando que
hoy toca ser buena persona.
Un poquito más que ayer,
si es posible.
En la calma, a veces, una pierde la perspectiva del conjunto.
Un beso muy fuerte, Emi.
Lo intentaremos
ResponderEliminarEso ya es mucho, ¿no, Gely?
ResponderEliminarTe felicito.
Esto me recuerda a un cartel que había en una panaderia, cerca de casa de mi abuela, que decía "Hoy no se fía, pero mañana si". De pequeña me hacia gracia porque cada día era "hoy" y nunca llegaba el "mañana". jaja.
ResponderEliminarPor cierto, te vi hace unos días en el bar de al lado de casa de Ivan, otro día te saludo. Palabra.
Pues sí, Marina, siempre es hoy.
ResponderEliminarY cómo no me saludaste?
Imperdonable.
Que no se repita.
Juegas con ventaja
porque yo no te conozco, verdad?
Cierto. Imperdonable pero cuando pensé en levantarme y decirte algo ya te habías ido. Otro día pensaré más rápido! jaja.
ResponderEliminarNo nos conocemos pero yo había quedado con Ivan por la tarde y me dijo que antes iba a comer contigo, y tu entraste en el bar preguntando por él cuando yo ya estaba allí tomando algo. Casualidades. Lo dicho, si coincidimos en algún otro sitio te saludo! :)
Ah, cielos, ya conecto.
ResponderEliminarEste mundo es un pañuelo.
Fue una agradable comida con mi hijo; de las mejores en los últimos tiempos.
(Le dejé allí porque había quedado con alguien y luego volví para darle una cosa.
Así que ese alguien eras tú).
Hubiera sido redondo si, encima, te conozco.
Y, pregunto ¿no os apetece de vez en cuando ser un poquito malot@s?
ResponderEliminarEs que "malot@s", Uma, no me acaba de sonar a hacer daño.
ResponderEliminarSi te refieres a transgredir o qué sé yo, pues por qué no.
Creo que era San Agustín quien decía "ama y haz lo que quieras".
Pues eso.
Un abrazote, Uma.
Pues completamente de acuerdo con san Agustin, es que había Santos muy listos.Marié eres estupenda y no se admite réplica.
ResponderEliminarPues sabes, Uma, creo que te has ganado que te dedique la próxima entrada (que ya está en el aire)
ResponderEliminarpero, sobre todo, la siguiente,
sobre los beneficios de estimar a los demás,
que ya está en marcha,
inspirada en la clase de ayer
(dio para debate)
y, un poco, en tu comentario.
Mientras tanto, disfruta de la siguiente
y de todo lo que puedas.
Un beso.
Muchas gracias, mi hermano lo leyó ayer y yo también, nos vino muy bien a los dos.
ResponderEliminarUn beso
Azucena
Gracias a ti, Azucena.
ResponderEliminarHay muchos días "malos"
que resultan una gran
oportunidad.
Un beso.