Martes, noche, postRabjor.
Cada pensamiento tiene su efecto.
Cada pensamiento-mente-actitud es un camino.
Observa lo que piensas, ¿a dónde te conduce?
Si no te gusta el destino, para. Apéate.
Conviértete en un tronco
o una piedra.
Silencio.
Si dejas entrar un pensamiento en tu casa, que sea un aliado:
que te lleve a buen puerto.
Por qué no empezar por el amor?
Cada persona con la que te cruzas, especialmente si sientes que parece destapar la caja de Pandora de tus perturbaciones y tu malestar,
la olla a presión del hervidero de tu mente,
recuerda: es sólo tu mente, hirviendo.
Ella es sólo alguien como tú: que busca la felicidad
y la libertad.
Y lo mismo que tú, a menudo se pierde en el camino.
Siente la estimación.
Y observa cómo la estimación aplaca los demonios de tu caja de Pandora
y reduce el gas
y la temperatura del agua, que ya no bulle más.
Como un lago sereno
y calmado.
No dejes de cocinar amor en la cocina mágica de tu corazón
y el amor será un camino que te conduzca a la paz
gozosa
y permanente.
Lo dicen los sabios y sabias de todas las escuelas,
desde Lennon a Buda
pasando por los chamanes y chamanas,
exploradores de la reencarnación y terapeutas del samsara:
todo lo que necesitas es amor,
el amor es el camino
ninguna otra cosa te liberará
del sufrimiento
de cualquier tipo.
Ningún otro camino te llevará al Gran Gozo que contempla la única verdad
última
y definitiva.
¡Cómo me gusta ese camino para seguirlo de por vida, aunque, en ocasiones, sea cuesta arriba!.
ResponderEliminarSí, pero cuesta arriba aún tiene más interés porque te pones a prueba y sólo entonces puedes saber cómo y hasta donde has interiorizado lo que se supone que estás aprendiendo en este viaje. La cuesta arriba forma parte del entrenamiento. Y del camino. Y el paisaje cada vez se hace mas abierto y hermoso.
ResponderEliminarCuesta arriba o cuesta abajo, todo es lo mismo, no? Aventuras en el camino, apariencias, lecciones, asignaturas pendientes. Graduaciones tal vez.
ResponderEliminar¿Y después?
Brian Weiss, como Heráclito, cree que nada muere y todo se transforma. Que existen más dimensiones de las que nuestros ojos humanos pueden percibir.
Cada pensamiento es un secuestro.
ResponderEliminarEl problema es cuando ni siquiera te das cuetna de que está ahí y lo que está provocando dentro de ti.
Tanto te identificas.
Ser consciente, detectarlo, ya es un paso de gigante.
Cada pensamiento es un secuestro, sí.
ResponderEliminarSer consciente es la liberación.
Y a partir de ahí decides el camino.
Lo malo es cuando el síndrome de Estocolmo te mantiene apegada al secuestrador. La adicción a las emociones conocidas, aunque sean dolorosas y estériles.
Por eso nos sirve de tanta ayuda meditar.
Geshe-la define la meditación como un estado mental que se concentra en un objeto virtuoso que produce paz mental. Cualquier cosa que produce paz mental profunda y estable -como el amor, las compasión que quiere evitar el sufrimiento a los demás, la sabiduría que ve las cosas como son o comprende la impermanencia...
Meditar nos hace más conscientes de nuestros pensamientos, nos ayuda a desarrollar concentración (para quedarnos en los pensamientos que nos interesan) y a discernir cuál de ellos es un buen camino y cuál no.