viernes, 25 de octubre de 2024

Las ambiciones que mueven nuestra vida.

 


La amiga dijo:
Lo que me preocupa de la meditación en "un mundo de bendiciones"
es que me lleve a la falta de ambiciones, a apalancarme.
El contentamiento está bien
pero a veces la insatisfacción y el deseo son impulsos hacia delante.
Para avanzar y evolucionar.

Desde este punto de vista (a dónde me lleva esta meditación), en su propia experiencia,
a ella la contemplación de "la Vida que provee" la conducía al no-miedo. A la confianza.
Al desapego, también de los resultados. A la libertad.
En cualquier circunstancia, incluso en sus metas y objetivos, cuando aparecían.
La contemplación de "un mundo de bendiciones"
no significa que no hagas movimientos en tu vida.
De hecho, los movimientos se van a dar, al margen de tu voluntad,
dada la ley de la impermanencia.
Las formas y situaciones se manifiestan en base a las causas y condiciones adecuadas, que también están cambiando,
y en ese proceso las manifestaciones resultantes cambian también.
Así que no me voy a preocupar por si mi vida se detiene debido a esta "falta de ambición".

Por otra parte, no está de más revisar de vez en cuando nuestro mapa de objetivos/ambiciones,
esa supuesta evolución personal que perseguimos.
A dónde nos lleva y qué nos cuesta.




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