miércoles, 1 de septiembre de 2021

El miedo.

 




Lo que te da fuerzas es no tener nada que perder.
Una casa, el sueldo, la pareja, la reputación.
Aquello por lo que sufres te ha pillado, se ha apoderado de ti.
Aquello que está a tu servicio, tus herramientas, han cobrado vida
y se han apoderado de ti.
El siervo se ha convertido en tu amo.
Sufres porque te has convertido en esclava de lo que creías poseer
y en realidad te posee.

Cuando era una niña perdió algo muy valioso.
Sin ello, era como si el suelo se resquebrajara a sus pies.
Se sentía flotar en tierra de nadie, sin apoyos
ni referentes.
Pero no recuerda el vértigo,
sólo la incertidumbre.
Entonces escuchó aquella canción de Bob Dylan:
"Quien nada tiene nada puede perder".
Y lo escribió en letras grandes en la pared de su cuarto.

Puedes usar las cosas, apreciarlas, disfrutarlas,
cuidarlas, servirles incluso.
Pero si consideras que son tuyas 
ya se han apropiado de ti,
ya eres su sierva, a su servicio.

Si no sientes que te pertenecen
te ahorrarás mucho sufrimiento.
Y es mucho más realista.
Porque ningún sueño de humo te puede pertenecer,
dado que ni siquiera existe.

Pasar por la vida con libertad es una buena forma
de pasar por la vida.



2 comentarios:

  1. En mi opinión todos tenemos algo que perder. En un momento de mi vida pensé que había perdido todo, pareja, trabajo, maternidad, casa, salud. Pero me quedaban unos padres acogiéndome de vuelta a casa, un gobierno que me pagaba una pensión, unos médicos que me atendían y medicación que tomar.
    Y yo pensaba que había perdido todo y ya no podía perder más, pero siempre se puede perder más.
    Perdí cosas y vinieron otras.
    Un abrazo
    Carolina

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  2. Tienes mucha razón.
    Siempre tienes algo que perder. En última instancia, la vida. Y muchas otras cosas: las piernas con las que caminas, los ojos con los que asombrarse con un cielo de tormenta... Tantas cosas.

    Conocí a una persona que una vez me dijo: Yo ya me he ido.
    Y no estaba triste sino que sonreía con mucha libertad.
    Como si ya se hubiera ido y aún así (o quizás por eso) lo disfrutaba todo como un regalo de paso.

    Algún día escribiré sobre esto.

    Un fuerte abrazo, Carolina!

    Que sea un bonito otoño! 🍁

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