viernes, 27 de enero de 2017

Comunicación amorosa y veraz.







"Octavo entrenamiento de la atención plena:
Verdadera comunidad
y comunicación.

Consciente de que la falta de comunicación siempre conlleva separación y sufrimiento, me comprometo a entrenarme en la práctica de la escucha compasiva y el habla amorosa.

Como sé que una verdadera comunidad tiene sus raíces en la inclusividad y en la práctica concreta de ver, pensar y hablar con armonía, practicaré el compartir mi comprensión y experiencias con mi comunidad para alcanzar una visión profunda colectiva.

Estoy determinada a aprender a escuchar profundamente sin juzgar ni reaccionar.

Me abstendré de usar palabras que puedan crear discordia o sean causa de ruptura en la comunidad.

Siempre que aparezcan dificultades tomaré refugio en mi sangha y observaré profundamente, en mí y en los demás, para reconocer todas las causas y condiciones, incluida mi propia energía del hábito, que han originado dichas dificultades.

Me responsabilizaré de toda mi contribución en el desarrollo del conflicto y mantendré la comunicación abierta.

No me comportaré como víctima sino que activamente buscaré caminos para la reconciliación y resolución de todos los conflictos, incluidos los pequeños."




Tomar responsabilidad de lo que pasa en mi vida, desde lo más pequeño a lo más grande.
No soy una víctima sino co-creadora (o creadora) de todas las condiciones y resultados que aparecen en mi experiencia, exterior e interior.

Asumir la responsabilidad de la comunicación, sincera, honesta y valientemente. Sin autoengaños. Sin justificaciones (del ego) o escapismos.
La comunicación para la comprensión y el bienestar colectivo, no para proteger el ego como un niño malcriado.

Miraré siempre la intención que hay detrás de cada intento de comunicación.
Y, si percibo el enfado, el deseo de "ganar", control o manipulación, determinaré si es el momento adecuado para hablar o para guardar silencio.

Que la comunicación parta siempre del amor y el deseo del bienestar colectivo.






"Noveno entrenamiento: Habla amorosa y veraz.

Consciente de que las palabras pueden crear felicidad o sufrimiento, me comprometo a aprender a hablar con la verdad, con amor y de forma constructiva.
Usaré sólo palabras que inspiren alegría, confianza y esperanza, de modo que promuevan la reconciliación y la paz en mí misma y en los demás.
Hablaré y escucharé de modo que pueda ayudarme a mí misma y a los demás a transformar el sufrimiento y a encontrar salidas a las situaciones difíciles.

Estoy determinada a no mentir en interés propio o para impresionar a las demás personas, ni a pronunciar palabras que causen división o generen odio.

Protegeré la alegría y armonía de mi comunidad, absteniéndome de hablar acerca de las faltas de otra persona en su ausencia, y siempre me preguntaré a mí misma si mis percepciones son correctas.

Hablaré siempre con la intención de comprender y ayudar a transformar la situación.

No propagaré rumores ni criticaré ni condenaré cosas de las que no estoy segura.

Haré todo lo posible por denunciar situaciones de injusticia, incluso si al hacerlo mi seguridad se viera amenazada o me creara dificultades."




Proteger la alegría.
Proteger la alegría y la armonía.
Y la confianza.

Que mis palabras, o mis silencios, no saboteen mi bienestar ni el de los demás.

Que la escucha sea realmente escucha, y no espera (a que me llegue mi turno).
Que me ayude a comprender.

Que la escucha sea profunda y abierta.
Sin interferencias de mis intereses personales.

Que mi interés personal sea la verdad, el bienestar y la armonía colectiva.





2 comentarios:

  1. Me parece tan extraño que filosofías ensimismadas y religiones machistas que denigran a la mujer y la cosifican, produzcan tanta ceguera en ellas, sin percatarse de que tantas bondades que profesan son solo para hombres, ya que ellas mismas en esa bondad son inferiores o abiertamente no están incluidas.

    ¿Qué papel juega la mujer en las sociedades budistas?

    ¿Cómo lo disfraza el budismo occidental o hollywoodense otorgándole papeles inferiores en aparente igualdad?.

    Cuando tomamos consciencia de la realidad misógina nos damos cuenta de que todas las palabras del "Mi, mi, mi", Yo, yo, yo y los demás, están vacías de amor verdadero hacia ellas.

    Mi y los demás, "YO, YO, YO" y los demás; No existe .

    ¿Se puede alcanzar la iluminación abandonando a la esposa y a los hijos con desapego como lo hizo Buda?

    ¿Abandonan el ego realmente los budistas o solo lo engrandecen hasta divinizarse a si mismos? "Mi, mi, mi" Yo, yo, yo y los demás... Vean todos que bondadosos somos los budistas con la palabra... Mientras la realidad del actuar se contradice con ellas.

    El turismo espiritual genera poesía que carece de empatía y realidad con las sociedades que la inspiran.

    ¿Se puede estar en contra del sistema de castas y a la vez estar de acuerdo en la superioridad de la casta masculina y la inferioridad de la casta femenina?

    Mientras la mujer no se de cuenta cómo es manipulada seguirá fomentando el machismo ensimismado que la subyuga.

    Marié, superficialmente son muy lindas sus palabras, aunque bastantes ensimismadas, donde los demás son solo un adorno de su propio ego aparentando una bondad que su filosofía no practica.

    La invito a estudiar el papel y la realidad de la mujer en sociedades budistas y empatizar conscientemente con ellas. Sin perderse en la superficialidad hollywoodense que la poesía fabulosa promueve.

    Si la palabra bellamente musicalizada no es consecuente con la realidad, está vacía. Ya que promover supuestas bondades omitiendo y ocultando las injusticias, contradice su propia palabra y manipula la sumisión ciega, como lo hacen todas las religiones.

    Si realmente desea aprender sobre el budismo, le sugiero estudiar primero a las sociedades budistas para que comprenda y tome consciencia del objetivo que busca la clase sacerdotal que le ha inventado esa historia.

    Si el budismo fuese consecuente con lo que usted dice, seria el primero en aplaudirla, pero solo está repitiendo una vieja poesía que solo aplica a los hombres ya que a las mujeres por considerarlas inferiores las deja fuera.

    Insisto me parece tan extraño que sean las mismas mujeres quienes por ignorancia o comodidad promuevan religiones y filosofías hipócritas, misóginas y machistas.

    Abrir los ojos siempre duele, pero el verdadero sufrimiento
    es nunca abrirlos.

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  2. Mi y los demás, "YO, YO, YO" y los demás; No existe un todo llamado "Nosotros".

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