martes, 10 de mayo de 2016

Te has ganado un descanso.





Tras el retiro, de vuelta a casa, la vida tiende a devolverla a sus hábitos y a su ritmo personal.
Postdesayuno.
"Y le gustaba todo de su vida mortal. Hasta el olor de los espárragos en su orina." 
El tiempo se detiene.
Suena el tictac del reloj pero es sólo la banda sonora.
El aire claro bajo un cielo nublado.
El tahín es un néctar de semillas y frutos secos y aceite de oliva.
El bote de cristal donde lo guarda es ovalado, cuánta belleza!
La miel de montaña es oscura y densa y discretamente dulce.
La tostadora aún desprende calor, a su lado, junto a la libreta.
Y la cafetera italiana, sobre una tabla de mimbre.
El agua, el café recién molido y en el recipiente superior una pizca de cardamomo y un trocito de cáscara de limón. Delicioso café alcalinizado y aromatizado.
La habitación se inunda de olor a café y cardamomo y limón y pan caliente.
Y ella, a veces, amaba todo de su vida mortal, incluida la muerte de cada instante.
Incluida la muerte.




A veces, sentía: Qué vida tan larga!
No podía decir "ya lo he hecho todo", pero, en cualquier caso, había hecho tanto que bien se había ganado un descanso.
El camino había sido tan largo que bien se había ganado un respiro.
Sentarse al margen del camino, o tumbarse, a contemplar la película, el motor en funcionamiento, su propio sueño imparable.
A simplemente ser.
Nada que demostrar.
Ninguna etiqueta con la que presentarse a los demás, o con la que autoidentificarse.
Aplaudía y se regocijaba con los logros de los demás pero ella no iba detrás de ningún logro. No lo necesitaba.





Asimismo, sentía que toda su vida había sido "un ser libre e independiente", inmersa en su propia búsqueda personal y dando espacio para que los demás exploraran su propio camino personal (y parece ser que eso había producido mucho dolor, a veces), así que ahora podía permitirse parar, accesible, disponible, afrontar sus compromisos kármicos más cercanos.
(Aun sintiendo que siempre lo había hecho, a su manera).




Una vez más, iba al revés de lo aprendido, de lo esperado de ella.
Pero ya no tenía que demostrar nada.
"Lo primero que una mujer tiene que hacer para ser libre es perder la reputación", había escuchado cuando era adolescente.
Lo primero que un ser humano puede hacer para ser libre es asumir que no va a cumplir las expectativas de los demás.

"No te los creas", dijo el monje.
No te creas las películas de los demás.
No te creas sus juicios, críticas o alabanzas, porque corres el peligro de convertirte en la imagen que han creado de ti.
Si te lo crees, dejas de ser libre y feliz.
Y no se puede ayudar a nadie si no eres libre y feliz.






¿Sufres? A veces más sufrimiento es necesario.
No quiere decir que tengas que crear más sufrimiento, deliberadamente, pero si el dolor aparece (en ti o en los demás) y no tienes forma de transformarlo, quizás es que más sufrimiento es necesario.



A veces, a ella le parecía que ya no iba detrás del sufrimiento ni de la felicidad.
Que ya no iba detrás de nada.
Se había ganado un descanso.






2 comentarios:

  1. Muchas gracias Marié!
    Cómo me cuesta soltar el espejismo de cumplir las expectivas de los demás, una alucinación más de la mente.. Soltar mi expectativa de la Vida, deseos, que voy proyectando y me los devuelven. Cumplir con la expectativa de ser 'no se qué' para encontrar el amor incondicional, la Conexión Verdadera, enchufar el cable de mi alma. Y encontrar una vez más que allí no es, que ningún ser humano en si mismo puede saciar mi hambre de conexión. Por tanto no tengo que ser nada, ni cumplir nada.
    Alguna sugerencia para hacer la Conexión Versadera con la Vida?
    Un abrazo
    Carolina

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  2. Hola Carolina.
    Pues yo creo que tú misma lo has dicho, que no tienes que ser nada ni cumplir nada, ninguna expectativa, para conectar con el amor incondicional o con la vida.
    Yo creo que la clave está en esa entrega,
    rendición,
    fluir,
    llámalo como quieras.

    Yo creo que no podemos estar desconectadas de la vida, si somos vida.
    Es sólo que a menudo no lo experimentamos, por el ruido del pensamiento.

    Un beso y buen finde.

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