miércoles, 17 de septiembre de 2014

Ama y haz lo que quieras.




Cogió el libro de texto de Historia de las religiones, de su hija,
y leyó que
el ser humano creaba a su Dios o dios@s
de acuerdo a sus necesidades.


Las sociedades nómadas patriarcales (el pueblo de Israel, los árabes, entre otros), que en sus desplazamientos miraban la posición de las estrellas para ubicarse, el cielo protector lleno de señales críticas para la supervivencia, estas sociedades nómadas patriarcales crearon un Dios Padre que habitaba los Cielos. Eran las religiones monoteístas con un Dios masculino, a imagen y semejanza de quienes ejercían el poder en estas sociedades terrenales. El cristianismo, el judaísmo, el islam.

Las sociedades sedentarias, agrícolas, dependían de la tierra, la lluvia, el sol, la naturaleza en su conjunto. Así, desarrollaron el culto a la fertilidad, lo femenino, la Madre Naturaleza. Hermana lluvia, hermano sol, hermano río, hermanas montañas, árboles, aire, mar... Respetaban y veneraban a la Madre Tierra.

Las sociedades cazadoras, por su parte, creaban dioses y diosas mitad animales y mitad humanos.




En general, respetaban, temían, veneraban y pedían la protección de Aquello de lo que dependían, pedían sus favores (rezaban, oraban) y su protección.

Los seres humanos han creado los dioses, en gran parte, para su propio beneficio y protección. Para sentirse protegidos. Para sentir que cuentan con los favores del "jefe" o "jefa", aquello de lo que dependen en mayor medida.




Fue impactante y revelador para ella, leer eso, siendo adulta. Y le fascinaba que su hija pudiera reflexionar sobre ello en la infancia.
Cuando ella era niña y sólo conocía su propia religión, la consideraba tan real y única como el mundo material en el que se movía.
Sabía que había otras creencias en el mundo, pero eran pueblos no civilizados, sin evolucionar.





Querida amiga:

Da igual cuál sea tu religión o tu creencia.
El Dalai Lama repite hasta la saciedad: No necesitas cambiar de religión para pasar a otra que esté de moda. Basta con que llegues al corazón de la tuya propia.
Thich Nhat Hanh insiste en la necesidad de reconciliarnos con nuestros ancestros, familiares, culturales, espirituales. Sanar las posibles heridas que podamos arrastrar en cualquier aspecto de nuestras raíces.
Y San Agustín dice:
Ama y haz lo que quieras.

En casi todas las religiones hay una búsqueda sincera
y también en casi todas puedes encontrar contaminación, corrupción, la mundanización de lo sagrado y transcendente.
Y eso ocurre en las religiones cristianas, musulmanas, hebreas, etc., incluidas las budistas.
Cuando los intereses de la institución y la importancia personal de lo mío (de mi religión, de mi dharma, de mi sangha, de mis budas) prima sobre "lo otro", sobre todo lo demás, incluidas las personas y los seres que nos rodean.
Cuando los seres en nuestro camino dejan de ser tan importantes como "mi religión" (incluida la institución a la que me he entregado, incluidas "las tres joyas" que venero);
cuando lo abstracto pasa a ser más importante (y merecedor de más atención) que lo concreto y cotidiano, entonces nuestro camino y nuestra experiencia espiritual se han desvirtuado.
Y esto puede ocurrir en cualquier religión.

(Sólo hay que recordar cómo Jesús expulsaba a los mercaderes del templo.
Quién no ha visto templos de cualquier creencia convertidos en auténticos mercados?
Por no hablar del supermercado espiritual, el consumo de libros, objetos sagrados, viajes, peregrinaciones, iniciaciones...)





Dicho esto, es cierto que todas las religiones con dioses externos (monoteístas o politeístas) tienden a la veneración, la devoción, el culto y los rituales.
También el budismo, en muchas de sus tradiciones, practica la imaginería, el culto a las imágenes de budas, estupas y demás.
Para muchas personas, este tipo de cultos les resulta un buen camino, una práctica eficaz de humildad, concentración, reducción del ego, conexión con lo divino, etc.
Pero también pueden acabar convirtiéndose en una serie de actividades que te mantienen ocupad@ indefinidamente y te distraen de lo esencial.

Y ya sabes ese dicho budista de que "las tareas mundanas no se acaban nunca".
Aunque las llamemos "espirituales" -ritos, ofrendas, oraciones, viajes, peregrinaciones, etc.
No dejan de ser mundanas. Mundanizadas.

Es cierto que en el budismo no existe un Buda o Dios externo,
sino que la imagen de Buda te recuerda que cada persona, cada ser guarda en su interior la semilla de la budeidad, el Buda potencial.
O incluso el Ser despierto que ya eres sin saberlo.
El budismo es una práctica para ayudarte a despertar, a que te des cuenta de que ya eres Buda (el ser despierto y libre), aunque insistamos en identificarnos con un ego sufriente.

Y sin embargo, el budismo, como cualquier otra religión o práctica espiritual, cuenta con un montón de trampas en el camino.
Entre ellas, confundir el dedo que señala la luna con la luna misma.

Hay un viejo proverbio chino que dice que
cuando el sabio señala la luna
el necio mira el dedo.



Una persona sabia (un maestro o maestra, un buda, las instrucciones del dharma) puede señalarte la luna, la experiencia del despertar,
pero ni las escrituras sagradas, ni los gurus, ni siquiera Buda, son la luna misma.
Sólo son el dedo que te señalan el camino para despertar, cómo es la vida despierta.

Si los confundes con la luna, los acabas convirtiendo en un lastre, una distracción más que te dificulta el despertar.













La luna es tu propia experiencia de liberación y de iluminación.
El despertar mismo.











5 comentarios:

  1. Muchas gracias Marié :) Estoy segura de que por este medio también inspirás a muchos..
    Un abrazo grande! Gabriela

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  2. Hola Marie, ¿Cómo reconocer que "el despertar" es genuino y no otra forma del ego de solaparse? ¿Cuál es esa primera señal que nos permite identificar que vamos por el camino correcto?
    Gracias y saludos desde Colombia

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  3. Cuánta razón tienes!
    El ego es como el sistema -capaz de asimilar cualquier movimiento antisistema y hacerlo propio y convertirlo en un producto para el consumo y sacarle beneficios. ;)
    ...

    Otra vez más me alargo en la respuesta, así que la paso a un nuevo post.

    Gracias por vuestra participación en esta casa, que hace que crezcamos junt@s.

    Y abrazo fuerte.

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  4. Acabo de leer "cómo creer en no creer nada en específico porque todo es igual y lo mismo" que por otro lado lo conozco como masificación, una masa que se siente libre, original e independiente haciendo y diciendo exactamente lo mismo. Triste quienes confunden lo verosímil con la verdad, sólo porque "se parecen", efectivamente, se quedan viendo el dedo de quien apunta.

    Peor aún, tener que sustentarme en otros credos para darle peso y argumento al "mío". Y aún más, hablar tan superficialmente de "X" religión sin conocerla.

    ¿Por qué esto puede pasar en cualquier religión? porque todos estamos llamados a encontrar al Creador, y si vemos la creación como tal, no es nada ilógica, hay leyes, y por ende un Legislador, todo está diseñado, y por ende un Diseñador... el detalle es que por todas las cargas afectivas que llevamos, no nos conviene aceptar que nuestros actos tienen consecuencias, buenas y malas...

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