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Normalmente creemos que la función del dinero es comprar cosas. O ahorrar, asegurarnos el futuro.
O aparentar, qué sé yo. Cada persona puede tener su respuesta.
Yo creo que la función del dinero no es la que parece.
La función del dinero (o de cualquier objeto) es producir experiencias. O producir karma, como te guste más.
Piénsalo: es como el monopoly, crees que compras casas y calles y demás; pero cuando se acaba el juego, qué te queda? Sólo las experiencias que has generado: de ambición, avaricia, generosidad, juego, divertimento...
El dinero aparece en tu vida como todo lo demás: para que generes experiencias -emociones, karma, llámalo como quieras.
Y eso es lo que te queda cuando la apariencia
desaparece.
Como todo lo demás.
¿Crees que la función de tu casa es acogerte, darte cobijo, protegerte del frío
y del calor?
Quizás. Pero en realidad es mucho más.
Como todo lo demás, su función es producir experiencias kármicas.
Y lo mismo con el coche,
la ropa,
la cafetera,
los libros...
Su función nunca es la que parece.
Quiero decir que, al final de todo, en última instancia, la función aparente pasa, cesa,
pero la experiencia kármica (de acuerdo a la ley de causa y efecto) queda.
Como semillas para generar nuevas experiencias
futuras.
Dependiendo de si has afianzado más tu apego, avaricia, resentimiento, sentido de segregación o conexión, ligereza, generosidad...
Yo creo que los objetos, todos (desde el dinero a las personas pasando por los sueños y proyectos) aparecen en tu vida como pruebas
para ver
qué sacas
de ti
mism@.
Al final, los objetos pasan
(etapa tras etapa, capítulo tras capítulo, como nubes en el cielo, como sueños
en el sueño)
y lo único que te queda es lo que has ido construyendo
de ti mism@,
lo que has ido haciendo
de ti.
Más cerca de la libertad o menos.
Más cerca de la grandeza
o menos.
Más cerca de estar en todas partes
y serlo todo,
o más segregado y pequeño
y triste.
Al final
todos los objetos, todas las apariencias
sólo son como pruebas (alucinaciones, pero pruebas al fin)
que dan lugar a experiencias
que son como piezas del puzle
que te van construyendo
día
tras día.
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Muy interesante... estoy de acuerdo
ResponderEliminarMercedes
Pensaba en ti hace poco, Merche. Curioso.
ResponderEliminarCuánto tiempo sin noticias tuyas.
Mándame un email y me cuentas por dónde andas.
Beso.
genial este articulo Marié, no has echo un facebook para poder compartirlos con mas gente?
ResponderEliminarya he visto que arriba hay un link para facebook, lo comparto, gracias
ResponderEliminarGracias a ti por la difusión, Peca.
ResponderEliminarDicen que el regocijo y la generosidad de dar dharma cunden mucho por la acumulación de méritos.
(Joking -pero no tanto).
Abrazo.