domingo, 23 de febrero de 2025

El presente lo acoge todo.

 


En el aquí y ahora no está solo el instante que te parece que vives, el escenario que aparece.
En la presencia de presente está también todo el pasado, tal como ha sido vivido,
y el futuro también.
Pero el pasado se puede reescribir, se puede transformar,
si cambias el enfoque.
Por ejemplo, no es igual un relato del pasado desde "la niña herida", la mirada egocéntrica,
que desde la apertura que ve a los otros seres como centrales también, protagonistas,
con sus luces y sus sombras, con sus heridas y limitaciones.
El pasado se puede cambiar, si cambias el enfoque
y tu comprensión es diferente.
El pasado es entonces diferente, otro.
Se cambia solo, automáticamente, sin que tú manipules nada.
Puedes hacer del pasado una jaula, una prisión, una enfermedad crónica que arrastrar de por vida
o bien una mirada de compasión y empatía
hacia todos los seres que te acompañaron en este viaje. Y quizás aún están.
Y lo mismo con el futuro.
Su encuentro de mañana ya está aquí, la celebración.
Su marcha ya está aquí.
Y también ver cómo la gente que la ama se reúne para celebrar.
Hoy se ha ido un amigo que llevaba mucho tiempo sufriendo, una agonía lenta.
Y también el perro compañero de un buen amigo.
Hace su meditación de acompañamiento y celebra por ellos, y con ellos.
Que brote todo el amor, que les acompañe todo el amor que genera tanta libertad
y fortaleza y confianza.
El amor que imposibilita el miedo, esas manifestaciones de dolor.

Ya lo saben, los seres con quienes comparte este viaje.
Cuando se vaya, quiere un encuentro para celebrar,
buenos vinos y manjares frescos y naturales, nutritivos, deliciosos.
Que prenda el fuego del deleite.
Que la acompañe en su viaje el deleite
y el amor
El no-miedo, la libertad.
La unión definitiva con Dios.
Definitiva. Para no separarse nunca más.
Para no volver a este sueño.





sábado, 15 de febrero de 2025

La Vida, la Maestra.




Hace tiempo que no se despierta con un nudo en el pecho,
con la semilla del miedo o la decepción.
En lugar de eso, celebra el amanecer en el canto y el vuelo de los pájaros de su barrio
y las luces y colores del cielo, que la envuelven.
El ritual del desayuno y todas las ofrendas que le siguen a lo largo del día y de la noche.
La salud (esa gran ofrenda), la paz, la soledad (a solas con Dios),
los encuentros, los ágapes, las largas caminatas por la montaña,
el baño en el mar en invierno.
Celebra su vida diaria, tan austera y a la vez tan abundante.
Tan cerca de Dios, aun cuando no se siente Dios mismo.
Y entonces la Vida empieza a regalarle también una lluvia de pruebas,
como un juego de competencias.
El encuentro con su amigo espiritual esta vez no es inspirador
(el triunfo de la cabeza y las opiniones sobre el corazón y el vientre);
las fotos en las redes exhiben logros ajenos como un canto al lujo y la distinción
cuando el objetivo es distinguirse.
Los ataques a civiles continúan, la destrucción de sus hogares.
La expulsión de familias declaradas "ilegales", los campos de concentración.
El odio, la insensibilidad, la psicopatía.
El naufragio.
¿Aún la decepción y la soledad?
No siempre.
Aparece la vida poniéndola a prueba pero ella regresa a su refugio personal,
al paraíso personal, a la abundancia, la suya.
Y qué más da que nadie más la vea.




lunes, 10 de febrero de 2025

La no-dualidad.

 


Dijo: Todas las canciones de amor son canciones de amor a Dios.
Y todas las canciones de desamor son canciones a la noche oscura,
a la pérdida de la gracia.
Lo que pasa es que generalmente se la confunde (la gracia, la unión con Dios)
con una persona.
Crees que te enamoras de una persona,
pero es la experiencia de Amor en sí misma, la conexión, la Unidad,
lo que transforma tu vida.
El problema de confundirlo con una persona, entre otros,
es que te genera apego y sufrimiento.

Pero saber verlo, comprenderlo (que es el Amor en sí mismo, la Unidad, lo que te libera)
tampoco es garantía de no apego.
Sé de una maestra espiritual muy querida a la que un gran número de personas consideraban iluminada,
incluida ella misma.
Un día desapareció la gracia y no lo pudo soportar.
Después de haber vivido en la liberación y la plenitud, 
le resultaba muy duro vivir una vida sin amor y sin conexión, separada, temerosa,
demasiado mediocre y sin significado, para ser vivida.
Intentó los medios que conocía para la modificación de la conciencia
y al final se convirtió en una alcohólica, entre otras adicciones.
Sufría intensamente su pérdida de la gracia, la Unión, la iluminación.
Como una canción de desamor.

No es el único caso.
Otro maestro fue considerado como un iluminado durante un largo tiempo
y él también lo sentía así.
Hasta que un día pasó algo, cambiaron las condiciones de su vida,
una en especial que resultó de gran repercusión: la pérdida de un hijo.
Y todo lo demás se tambaleó hasta desmoronarse como un castillo de naipes.
Había creído sinceramente que estaba iluminado
hasta que descubrió que solo estaban iluminadas algunas estancias de su mente,
pero también había algunos cuartos oscuros, de los que no era consciente.
Y tuvo que transitarlos.
Hasta que con el tiempo pudo empezar a ver en la oscuridad,
comprenderlos, que se hiciera algo de luz.

A veces es porque cambian las condiciones externas
y la gracia que parecía eterna y definitiva
desaparece.
Y a veces simplemente desaparece.



Todas las canciones de amor son canciones de amor a Dios, 
experiencias de Amor, de Unidad y disolución.
De regreso a la fuente.
Y todas las canciones de desamor reflejan la pérdida de la gracia,
de la experiencia de plenitud y libertad.
Es el regreso de la separación y el miedo.

Y hay algo más.
De qué te sirve pasar por la experiencia de "iluminación",
la liberación, la gracia, la comprensión, la plenitud de la Unidad,
si cuando te toca pasar por los infiernos te parece que no lo soportas?
La experiencia de la liberación debería dejar una estela que lo impregne todo,
allá por donde pases, incluido el desamor, la pérdida,
la soledad del yo separado.
Es entonces cuando toca el momento de la fortaleza
(en la Unidad todo es naturalmente fácil y sin esfuerzo),
de degustar también lo que te parece insoportable.
Y finalmente descubrir que es el mismo sabor.
Un sólo sabor.
Así que era esto
Cuando empiezas a adentrarte en la no-dualidad.
Así que era esto.





sábado, 1 de febrero de 2025

La abundancia de la contemplación.

 



El sol suave anuncia que se acerca la primavera,
como cuando el cielo encendido anuncia que se aproxima el sol al horizonte,
desde las entrañas del mar.
Una gaviota canta al vuelo, con sus grandes alas desplegadas.
A veces parece que la primavera se acerca pero nunca ha dejado de estar aquí,
en cada instante cálido, en cada metro cuadrado iluminado.
La primavera, como el otoño, el invierno o el verano,
son una experiencia, no una estación.
Hoy llevará al ágape un vino biodinámico que propone ser descorchado en luna nueva
o el primer cuarto creciente.
A jugar.
Este vino se siente parte del cosmos, interdependiente
y sensible a las energías en movimiento del cosmos.
Y ella también.
Así que juega el juego.
Parece que las golondrinas no abandonaron su barrio este año
y aquí estarán cuando llegue la primavera.
Una de ellas, solitaria, la visita en su contemplación en el terrado
y le brinda su canto en la quietud;
otra se suma con un canto diferente al vuelo
y luego pasa de largo.
La luna también parece que regresa,
encontrará la primera línea de luna en su paseo por la montaña. Mañana más.
La ilusión de movimiento.
Esta vida tan llena.
La abundancia de la contemplación.